miércoles, 4 de diciembre de 2013

Una regadera con una garrafa de plástico

Ya hemos plantado nuestras primeras semillas en la tierra, de lo que será el hermoso huerto de AlXaraf: hemos echado tierra roja, la hemos mezclado con la tierra blanca que había, hemos utilizado estiércol y hemos humedecido la tierra antes de introducir la semilla, para que sufra lo menos posible. Ahora nos toca regar y ver cómo ese minúsculo ser vivo se convierte en una hortaliza, verdura o una fruta digna de comer.



Como somos una agrupación que abogamos por la sostenibilidad, el medio ambiente y el reciclaje de materiales usados, como el plástico o la madera, hoy traemos un invento, que sin dejar de ser sencillo y económico, es una herramienta que nos puede ayudar a mejorar la distribución y la fuerza del agua a la hora de llevar a cabo el riego de nuestro huerto.

Este invento nos lo ha traído nuestro compañero Juan y su proceso de elaboración no requiere demasiado tiempo. Simplemente debemos tener una garrafa de agua de cinco o seis litros, vacía, con su tapón de plástico, que debe ser lo más ancho posible; a continuación utilizaremos un punzón no muy grueso para agujerear el tapón de la garrafa; seguidamente llenaremos la garrafa de agua y la cerraremos con el tapón agujereado. Cuando estemos en el interior de nuestro huerto solo tendremos que darle la vuelta a la garrafa para convertirla en una barata y eficiente regadera.

¡Gracias Juan!

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