Sabemos que una de las grandes medicinas preventivas
naturales que tenemos en nuestra propia dieta mediterránea y, en ella, destacan
nuestros distintos tipos de frutas. ¿Os habéis preguntado alguna vez que nos
proporcionan algunas de ellas?
Cerezas: ayudan a calmar el sistema nervioso
Uvas: relajan los vasos sanguíneos. Las blancas son más
apropiadas para los deportistas porque contienen más azucares naturales. Sin
embargo la negra contiene más antioxidantes (reveratrol) Incluso sus pepitas –
tanto de las blancas como de las negras – contienen sustancias importantes para
el sistema inmunitario
Melocotones: son ricos en potasio, flúor y hierro
Manzanas: ayudan al cuerpo a desarrollar resistencia contra
las infecciones
Sandía: ayuda a controlar el ritmo cardiaco
Naranjas: ayudan a tener una buena piel y vista. Con una
naranja y media cubrimos la vitamina C que necesitamos diariamente. No hay que
creer en el mito de que exprimiendo la naranja para convertirla en zumo pierde
propiedades
Fresas: lucha contra el cáncer y el envejecimiento
Plátanos: muy recomendables para los deportistas porque dan
energía y están cargados de potasio
Piña: ayuda en la lucha contra la artritis
Arándanos: protegen el corazón
Kiwis: aumentan la masa muscular
Mangos: protegen contra varios tipos de cáncer
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